La infidelidad es un mal que ha
perseguido por años a la sociedad, no sé si los hombres o las mujeres lo
realizan con mayor frecuencia, pero si he pensado que ahora tenemos más herramientas que pueden aumentar la tentación. Digamos, si antes no habían teléfonos móviles y
mucho menos internet, la labor de aquel que osara “sacar los pies del plato”, debe
haber sido realmente complicada, imagínense llamar a la casa y esperar que sea
él quien conteste o colgar si era la esposa, como concretar los encuentros, todo un lío.
Mujeres y hombres de esta época
agregan las redes sociales a esa lista de lugares donde él o ella podrían ser
infieles, ya no hace falta que salga de juerga o a una discoteca, con el famoso
“what’s up” puede estar coqueteando con alguien más, sin que nadie lo note. En
estos tiempos donde todo está a un clic, es muy sencillo para cualquiera dedicarle
5 minutos a buscar ex novias, viejas amigas y de pronto empiezas el flirteo
cibernético que en el mejor de los casos puede terminar en algo más. Siempre he
pensado que cuando alguien quiere ser infiel no hay marcación que valga, porque
el ingenio es infinito cuando se trata de
mentir y bien, sin embargo no son pocas las historias que me han contado, sobre
sí la otra chica lo etiquetó en una foto comprometedora o si se descubrió una
conversación con alguien, con la ex o con una amiga de confianza.
No hay crimen perfecto.
Las pruebas existen y son muchas, una mujer estadounidense
descubrió que su esposo estaba casado con otra por Facebook, ella debe haber agradecido a la red el hecho de enterarse de tan dolorosa verdad. Y si crees que
facebook deja muchas huellas pues para eso inventaron Second Love una comunidad donde hombres y
mujeres entran a buscar emoción cuando ya tienen una pareja, cubren sus
identidades y están listos para ser infieles. No es broma, "Second
Love" es una red social holandesa orientada a quienes buscan tener un
affair, se inició en Europa y en su llegada a Brasil se promocionó de forma
gratuita al público femenino para poder atraer al masculino, en nuestro país aún no está disponible.
La tecnología ya está puesta al servicio, para qué negarlo, hay gente muy
inteligente para engañar, algunos tienen dos enamoradas sin que nadie lo
sospeche, o quizá para hacerlo más sencillo puedes ser el enamorado modelo con
una, mientras que a la otra le dices que no tienes tiempo para “esas cosas
cibernéticas” y sí sabes usar bien la privacidad de facebook, tu entorno ni
cuenta de la doble relación.
¿Por qué somos infieles? No lo sé con certeza, pero a veces pienso que es porque es más sencillo sacar un rato
los pies del plato a asumir lo que está faltando o fallando en nuestra relación.
Volviendo al tema, no hay crimen perfecto, como dicen tarde o temprano las
redes sociales, los amigos en común y las fotos ponen en evidencia lo que a
veces nos negamos a creer, sí, que ese chico o chica que dice amarnos por
facebook y nos dice cosas lindas también puede decírselo a alguien más, que esa
chica que nos idolatra también tiene un ex con el que coquetea.
Hace poco en un programa de
televisión comentaban que una infidelidad virtual no es lo mismo que una real, ósea
si lo hace por computadora un rato no tiene porque importar. ¿Qué piensan sobre
eso? Acaso hay que poner en una balanza un beso, un mensaje de texto o
propiamente una relación sexual para saber si es o no infidelidad, no lo sé.
Entre tantos contextos que hablan de amor, empiezo a pensar que la infidelidad
es romper un pacto, el que hayas hecho. En facebook, twitter o el msn, uno
elige cuando y con quien quiere romper esos pactos, hacerlo bien o mal está en
uno y pensarlo para luego no andar pidiendo perdón y mostrando arrepentimientos
tardíos.