En esta generación llena de problemas para comunicarnos, disfrazamos las relaciones, o a veces no le ponemos nombre, amigovios, amigos con derecho, salientes y más. Las mujeres esperamos la decisión de ellos, nos molesta que no nos respondan un mensaje, a veces nos hacemos las modernas, pero juzgamos si salimos con alguien que no paga todo, o que no nos deja en nuestra casa. Y por su parte, ellos son los que casi siempre deciden, si quieren estar, si quiere ser amigos o si solo quieren una aventura, y nosotras les damos el poder.
Mirando un poco hacia dentro,
escucho a mis amigas de diferentes edades, y coinciden en algo, las mujeres en
su mayoría esperamos que ellos decidan. Que ellos “formalicen la relación”, que
propongan una siguiente cita, que pidan tiempo, que quieran sexo. No sé si será
solo en mi mundo, pero al menos de un tiempo a esta parte, solo escucho
historias de “todo iba bien, pero él me pidió tiempo” o “estábamos bien, pero él
quiere un poco de libertad”, o “el está raro, me dijo que quería estar solo”, y
así las mujeres esperamos por meses, días, o años (según el caso) que las cosas
“vuelvan a estar bien”.
Corríjan si me equivoco, porque
hay casos en los que la mujer duda y eso, pero ¿cuántos? ¿se dan seguido?, yo
creo que no tantos. Una teoría que comparto siempre, por lecturas o
experiencias, es que a las mujeres desde niñas nos crían para perdonar, para
sobrellevar a ese género rudo e incomprendido: el masculino. Las telenovelas,
los medios nos enseñan que ellos tienen dudas, son débiles, pero que ahí
estamos nosotras para comprenderlos, para ser fieles, claro y para esperarlos, el
tiempo que demoren en darse cuenta lo que valemos. Las revistas nos dan tips
para enamorarlos, para hacer que se vuelvan locos por nosotras.
Y eso, aunque suene feo es
machismo, dejar que siempre ellos tengan la última palabra. En concepto, las
relaciones son de dos y se dan con el consentimiento de dos seres humanos que quieren
compartir cosas juntos, una decisión, entonces si algo se rompe ¿no debería
terminar?, no sería más sincero que el que no se siente a gusto diga: “creo que
no es lo mismo, mejor dejarlo aquí, antes que lastimarte”, bueno eso como dicen
los memes ni en un sueño ideal, ni en la Rosa de Guadalupe, obvio que no.
Lo que tenemos es a alguien que
no puede decirnos que le pasa, que es completamente incapaz de contarnos lo que
siente, de afrontar el problema y avanzar o solucionar. En cambio, tenemos a
una persona que “toma su tiempo”, sale, conoce, vive, mientras te tiene
esperando a ver si por fin se decide. Creo que nadie merece eso, no hace bien,
y hasta me parece un poco indigno, a veces es mejor las cosas claras, al final
el amor o cualquier relación es una decisión, si alguien decide que ya no
quiere, entonces que solo me lo diga y que deje “los signos” de indecisión que
solo lastiman. A veces ponerse en el lugar del otro también es importante para
no lastimar, creo que si se antepone eso cada vez que hacemos o decimos algo, las
historias serían distintas.